Todo llega naturalmente

Cuando no esperamos nada de repente todo llega... No esperar nada y permitir que las cosas lleguen, es actuar con equilibrio, es estar abierto a un mundo de posibilidades y es darnos permiso a escuchar lo que hay en nuestro interior.

Hay que mirar la vida con tranquilidad, dejando de lado los miedos, las ideas negativas que solo ponen obstáculos en nuestro camino. Mantén tu mente abierta a cualquier idea y también tu corazón.

A lo largo de nuestra vida solemos acumular muchas actitudes y pensamientos que nos limitan. Lo hacemos la mayoría de las veces sin ser conscientes de ello. Ante esto es mejor tener una actitud abierta, serena y por sobre todas las cosas confiar en nosotros mismos. Mientras tengas claras tus prioridades las cosas tendrán un orden, sucederán en cualquier momento. Mientras tanto...no te impacientes, sigue tu camino a tu ritmo y todo se desenvolverá de la mejor manera posible. Recuerda que cuando soltamos nuestras expectativas y nos desprendemos del resultado todo llega naturalmente...